QUE 20 AÑOS NO ES NADA….

Buenos aires, Barrio de Santelmo, local La cumparsita.

El humo dificultaba ver pero no así sentir a todos los asistentes de ese lugar que fraguaba al son del tango y la milonga 60 años de historia.

Corridas de vaso y cigarros y el cantar emocionado y sentido de cada tango, porque cada uno tenía su historia que si se escucha bien, llega a la fibra.

“Malena canta el tango, como ninguna otra”, pensé que nunca dijeron si lo cantaba bien o mal, sólo que era inigualable

Sumida en el entorno miré el enorme cuadro de Gardel, por primera vez no quería que las horas pasaran, quería escuchar cada una de sus composiciones y volver y volver….volver.

Al son de “Caminito”, mis primeros pasos de tango, descalabro total, ni pequeños atisbos, sólo espasmos y pisotones, pero emocionada y feliz. Luego “la última copa”, desangrandose en un “fumando espero”, y asi mi segunda vuelta tanguera, con mayor desparpajo.

4 de la mañana y me despido de Santelmo, aún cantaban los últimos valientes, al son de un acordión lloroso y melancólico, íntimo y seductor . Los viejos de antaño salían una y otra vez con sus voces cansadas pero de cadencia adorable.

Asi volví por el mismo caminito, cansada de tanto sentir